martes, 10 de marzo de 2015

"El palacio azul de los ingenieros belgas" de Fulgencio Argüelles


El palacio azul de los ingenieros belgas, de Fulgencio Argüelles, editada por Acantilado en 2003, es una obra que descubrimos hace apenas un año.
Se trata de un relato de iniciación, la iniciación a la vida de Nalo que en el otoño de 1927, tras la muerte de su padre, entra a trabajar como ayudante de jardinero en la residencia de los ingenieros, dueños de las minas de la cuenca minera asturiana. Entre el otoño de 1927 y el de 1934, cuando estalla la Revolución de Asturias, en plena dictadura del general Primo de Rivera, transcurre la acción, una acción de vidas entrecruzadas, de ilusiones vividas, de afanes y planes fracasados. Y al mismo tiempo que una novela de formación, es una novela en la mejor tradición de las narraciones realistas del siglo XIX. 
Nalo descubre la amistad con Eneka, su maestro jardinero, que pasa a ocupar el puesto del padre ausente; la sensualidad y el amor, la satisfacción por el trabajo bien hecho… Y a través de su mirada descubrimos los porqués del silencio contumaz de su abuelo, los afanes de su hermana por escapar de la rutina de una vida gris, el contraste brutal entre las penalidades que pasa la gente que trabaja en las minas y que no es dueña ni del agua que bebe y la opulencia de una clase acomodada atrincherada en sus privilegios. Y toda la narración sostenida por una prosa magnífica, unos personajes con muchos pliegues, muy bien caracterizados y una descripciones muy evocadoras y también, sobre todo en el final del relato, impactantes. 

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