Llorar en el cine
Duración: 90 minutos aproximadamente
Material: un largometraje
Efecto: calmante
“La película tiene que ser como es debido: nada intelectual, fácil de seguir, previsible, clara como el agua. O una historia de amor o nada… Creer, en fin, que todo lo que se está viendo es verdad, grande…Volverse sentimental, romántico, sensiblero…En estos tiempos propensos al cinismo, la denigración y la burla, conviene experimentar los buenos sentimientos de manera voluntaria y libre. Sin cálculos, por el mero placer de hacerlo”.
Este es un fragmento de uno de los ejercicios filosóficos que Roger-Pol Droit, Consejero de Filosofía de la UNESCO, nos propone en 101 experiencias de filosofía cotidiana. Entre las propuestas, para hacer en soledad, o en familia, ¿por qué no? Tenemos algunas que no podemos más que aconsejar: vagar por una librería, ver un paisaje como un lienzo, mirar a la gente desde un coche, instalarse en el planeta de los pequeños gestos, sonreír a un desconocido, inmovilizar lo efímero… Y así hasta 101 experiencias con efectos, inmediatos o secundarios, tranquilizadores, desorientadores, cósmicos, meditativos, cómplices, instructivos, … Pues como dice el autor, “hay situaciones triviales, gestos cotidianos y acciones que realizamos continuamente que pueden convertirse en puntos de partida para ese asombro del que nace la filosofía”. ¿Probamos?
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